jueves, 13 de diciembre de 2007

Notas orientales


Dos parejas tapatías salen a pasar sus vacaciones de verano al Medio Oriente. Ellos son médicos; ellas son sus honorables esposas. Lo pasan sin excepcionales trajines: la infaltable montada en las jorobas de los camellos; despertar por la madrugada con el ajetreo de los altavoces que llaman a los musulmanes al rezo; la cámara fotográfica robada en una visita a la mezquita; las interminables pantomimas para que los meseros traigan huevos fritos y no, ¡puta madre!, pescado; en fin. Sin embargo, el último día, las señoras, lentes oscuros y ligeros vestidos de lino blanco, salen a hacer las compras finales al mercado local. No regresan y en el horizonte se ha asentado ya la noche. Sus maridos van con los policías, preguntan en los locales de la zona; van a las embajadas; hacen miles de llamadas, pero nada. Tienen que volver a México. Nunca las vuelven a ver.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Yo me quedaría a investigar en aquel medio oriente, como en un detective de alguna película y sin descansar hasta allar a mi esposa.

Claro esta que eso lo habría hecho solo en mi imaginación.