sábado, 15 de diciembre de 2007

Goodbye, A., goodbye

Sé que la poesía a continuación merece más un puntapie que una mano al hombro. Lo sé. Pero tenía que sacarlo de mí, y esta me pareció la forma menos grosera de hacerlo.

Goodbye, A., goodbye

Guardo tu olor en la nariz hasta que la memoria se deslava
al punto de volverse aire.
Sé que es la seña de que tu fantasma se despide,
pero yo no quiero soltar su mano
y me enredo entre sus dedos.
Quédate, por favor, quédate.
Voy a estar a solas conmigo y sin ti;
y una línea negra se va a pintar
en las paredes de mi cuarto.
Antes quiero dejarte un beso,
que no sientas,
en el cuello;
temblar cuando mi nombre se escuche por tus labios.
Quiero decir tu nombre de cariño;
frente a ti y no en secreto.
Quiero ver tus ojos que se ennegrecen
cuando prueban la noche;
quiero ver tus ojos que me ven verte a tí.

2 comentarios:

estrella dijo...

Escondrijo. Tienes un blog interesante y variado. No me explico por qué no tienes comentarios. Yo no soy poeta pero esa poesía tiene posibilidades, yo la trabajaría un poco más. Saludos

Anónimo dijo...

Hola. Te agradezco el comentario que has dejado en mi blog, pero que quede claro que no me he dado el premio porqué creia merecerlo sino solamente como toque de ironia hacia los que no me lo han dado. He ojeado un poco tu blog i me parece que tienes giros muy interesantes. Creo que te seguiré, a ver qué tal.
Un saludo